El uso de los pisos en cemento pulido tuvo un gran auge hace algunos años. Los pisos de oficinas, negocios y naves industriales aún se hacen con esta popular técnica.
Hoy en día en lugar de mermar su popularidad, esta va en aumento. De hecho, se ha convertido en un aspecto crucial para la decoración.
Al pasar el tiempo otras alternativas para pavimentar han surgido, como lo es el caso del microcemento, que nos proporciona un suelo fácil de utilizar, resistente, económico y duradero.
Otra técnica muy apreciada es la del hormigón impreso. A diferencia del cemento pulido, los pisos que se hacen con este método, generalmente, están diseñados para espacios exteriores (aunque podemos usar el hormigón impreso también en interiores).
Sin embargo, debido a que la terminación del cemento pulido es muy lisa, con una superficie similar a la de un espejo, su uso en interiores es mucho mayor.
Aunque podemos mover pavimentos hechos con la técnica de cemento pulido en lugares exteriores como aparcamientos de automóviles, centros comerciales, canchas para juego de pelota (frontón) y otras actividades deportivas, etc...
En pocas palabras, el pavimento de cemento pulido ha ganado importancia en los últimos 20 años gracias a las mejoras en el uso de este método. Es un material extremadamente resistente, pues su superficie está cubierta con otros elementos que multiplican su resistencia.
¿Cuánto estaría dispuesto a pagar por un piso que deslumbre a sus invitados? Lograr que un pavimento se vea bien y llame la atención por años es más sencillo y económico de lo que crees.
Los precios en m2 de cemento pulido oscilan entre 25-30 €. No obstante, el precio depende de algunos aspectos, por lo que le recomendamos que solicite un presupuesto totalmente gratis ahora.
La gente a menudo piensa que el cemento y el concreto (hormigón) son iguales. Sin embargo, son elementos de la construcción diferentes.
El cemento es en realidad un conglomerado que, al mezclarse con agua reacciona, forma una mezcla pastosa que mantiene unido a los demás componentes del hormigón. También hace que la mezcla endurezca. El más común se conoce como cemento Pórtland.
El hormigón es en realidad una mezcla compuesta que es el resultado de combinar cemento, arena, grava y agua con una dosificación adecuada para alcanzar resistencia y durabilidad.
Entre las distinciones está que el suelo de cemento pulido requiere un poco más de espesor (ya que estos suelos están sometidos a grandes cargas).
Alternativamente, es necesario hacer juntas de expansión cada 4 o 5 m de longitud. Pero el suelo de microcemento es en realidad un suelo continuo que no necesita de juntas. Esta es la razón por la que realmente es mucho más frecuente ver pisos de cemento pulido en pabellones industriales y pocas veces en las viviendas.
Asimismo, el suelo de microcemento es mucho más adecuado para residencias, ya que su espesor es mínimo, de tan sólo 5 o 3 milímetros.
Otra variación designada es que el microcemento no requiere de retirar un piso viejo para su construcción. Tanto la resina como el cuarzo utilizado dejan su superficie muy brillante y resistente.
El pavimento pulido, por otro lado, necesita ser pulido después de ser colocado. En pocas palabras, la diferencia entre uno y otro depende de su objetivo estructural y/o del uso que se le vaya a dar a su pavimento.
Su acabado lustroso es ideal para aquellos que son meticulosos o detallistas, y aunque este aspecto lustroso podría aparentar fragilidad (pues parece un espejo), el hecho es que este piso es muy resistente.
Su superficie brillante y sin cortes puede hacer que sea la opción preferida a la hora de evaluar los detalles, el estilo y la alta durabilidad de este tipo de pavimento.