Al referirnos al hormigón estamos haciendo mención de uno de las materiales más conocidos y utilizado en la construcción. El hormigón es un material desintegrado o harinoso que mezcla partículas de un agregado, agua y aditivos específicos. El hormigón, al mezclarse con agua forma una pasta moldeable con propiedades adherentes, que en corto tiempo pasa a compactarse y a endurecerse.
El hormigón es utilizado para todo tipo de construcción, como por ejemplo: Carreteras, edificios y cualquier otro tipo de estructuras. La densidad del hormigón varía dependiendo de la cantidad y la densidad del agregado, la cantidad de aire atrapado o intencionalmente incluido y las cantidades de agua y cemento. Dependiendo de las proporciones de cada uno de sus constituyentes existen varios tipos de hormigones.
La densidad del hormigón se refiere a la cantidad de peso por una unidad de volumen, medidos en metros cúbicos (m3) del hormigón. Sin embargo, esta puede variar dependiendo de su composición (es decir, de la proporción de los componentes presentes en su mezcla; como son arena, grava o gravilla, etc). Igualmente, se utilizan otros componentes áridos y otros tipos de cemento que inciden directamente en su textura, forma y resistencia.
En resumen, la densidad del hormigón está dada por una relación masa – volumen. La manera más efectiva para hacer el cálculo de la densidad del hormigón es hacer la medición de un contenedor de volumen conocido y pesarlo, de esta manera se sabrá con exactitud dichos valores del hormigón.
La densidad de este material va a depender de la cantidad y del tamaño del árido empleado en la mezcla, así como también de la cantidad de aire retenido y atrapado y del contenido de agua y cemento. Es decir, para una mezcla normal de utilizada en la construcción (como por ejemplo, la utilizada en arquitectura de edificios, superficies y demás estructuras), el hormigón tiene una densidad que está entre los 2200 y los 2400 kg/m3.
Generalmente, la densidad del hormigón va adquirir diferentes variaciones en un período determinado, básicamente por la evaporación del agua de la mezcla. Este proceso puede ocasiones que la densidad del hormigón varíe, en promedio, en un 7%.
Asimismo, la densidad del hormigón es determinada mediante cilindros de prueba. Por ejemplo, la densidad baja incidirá directamente en la cantidad de agua utilizada para la mezcla, dando como resultado un hormigón de muy baja calidad en cuanto a su resistencia y durabilidad.
Según la densidad del Hormigón, podemos clasificarlo de la siguiente manera:
El hormigón está compuesto principalmente por cemento, agua, arena y grava o gravilla. Sin embargo, puede agregarse otros tipos de ingredientes que modifican su composición de acuerdo con los requerimientos del constructor, como pueden ser el color, período de solidificación, durabilidad, entre otros.
Entre los ingredientes que inciden en la modificación del hormigón están: resina, colorantes, y los acelerantes o retardantes, que suelen cambiar las características originales del hormigón, como podría ser el tiempo del secado.
Para todo tipo de construcción se hace indispensable el uso del hormigón. El hormigón es un tipo de material para la construcción que no ha perdido, ni perderá vigencia en el tiempo.
Su capacidad de adherirse, su maleabilidad, así como la facilidad de adquirir diferentes texturas y colores lo hace un material ideal para las construcciones modernas e innovadoras. La aplicación y uso del hormigón va a depender directamente del tipo de construcción. Acá te brindamos los usos más comunes dependiendo del tipo de hormigón y según la construcción a realizarse:
Entre las ventajas que brinda el uso del hormigón resaltan las siguientes:
El hormigón es uno de los materiales de mayor demanda para ser utilizado en la construcción. Su versatilidad es reconocida por los arquitectos e ingenieros para trabajar en todos sus diseños
El hormigón es un material muy maleable, ya que permite trabajarlo casi en cualquier diseño. Tanto los arquitectos como ingenieros lo asumen como una de las opciones más idóneas y rentables.
Por su parte, los componentes que le dan la densidad como la grava o las piedras, van a influir en el resultado de la textura del hormigón, haciéndolo más fino o más ordinario. Por ejemplo, para acabados en interiores se utiliza la grava más fina, ya que permite unos acabados más delicados y limpios.
De acuerdo al tipo y a las características de la construcción, el diseñador elegirá el hormigón que necesite, el cual va a variar de acuerdo a su composición, como ya lo mencionamos anteriormente. Las características más relevantes del hormigón son: