A la hora de llevar a cabo un proyecto de construcción es indispensable contar con herramientas y materiales de alta calidad. Sobre todo con aquellos que hagan más factible el trabajo, como el concreto premezclado.
El concreto premezclado es un material de construcción elaborado a partir de cemento, agua, aditivos y agregados como la arena, grava o piedra triturada. A diferencia del concreto elaborado en sitio, este se fabrica en plantas de producción de acuerdo a ciertas normas y bajo un estricto control.
Su forma de elaboración facilita la obtención de mezclas más homogéneas, las cuales estarán determinadas por el tipo de elemento de construcción a fundir. Por ejemplo, si se desea construir una columna o un muro, sus necesidades de resistencia, durabilidad y textura no serán las mismas.
Aunado a ello, adquirir concreto premezclado implica contar con una asesoría técnica en relación a su uso, características y aplicación. Por ello, más que un producto de construcción se considera un servicio.
En la actualidad el concreto premezclado es muy demandado en el sector de la construcción, no solo porque es más rentable sino por todos los beneficios que ofrece. Entre ellos destacan:
Ahorro de tiempo
Una de las principales ventajas de trabajar con concreto premezclado es el tiempo que se ahorran los constructores durante un proyecto. Por ejemplo, este se elabora más rápido que el concreto en sitio.
Adicional a ello, ofrece mayores velocidades de colocación, lo cual acelera el tiempo de vaciado y terminación de la obra.
Manejable
Dada su forma de elaboración, este tipo de concreto puede ser transportado a diferentes lugares sin perder sus propiedades. Por ende conserva su temperatura, resistencia, manejabilidad e incluso mantiene el tiempo de fraguado.
Espacio de almacenamiento
Este brinda mayor disponibilidad de espacios, debido a no se requiere lugar en la obra para guardar materiales como cemento, arena, grava u otros. Además, el hecho de no elaborar el concreto directamente en la obra evita que se acumulen materiales y desperdicios, facilitando la limpieza del sitio.
Control de calidad
El concreto premezclado se elabora bajo un estricto control de calidad de los materiales compontes. Lo que garantiza una construcción bajo estándares de excelencia y, por ende, su permanencia en el tiempo.
De hecho, provee una provisión de materiales controlada y precisa al fabricar exactamente la cantidad de concreto que se necesita para un determinado proyecto.
Uso eficiente del personal obrero
No es necesario que los obreros estén presentes en la elaboración y transporte del concreto premezclado. De hecho, si se elabora un buen plan el vaciado del concreto puede realizarse con la menor cantidad de empleados posibles.
Facilidad de aplicación
Si bien este tipo de concreto puede trasladarse de un lugar a otro, hay lugares donde las condiciones dificultan el vaciado. En esos casos, la colocación se puede realizar a través de equipos de bombeo de concreto. Lo que evita que el camión mezclador llegue hasta el sitio de vaciado.
Más rentable
Prácticamente el concreto premezclado es un servicio, no solo se ajusta a las necesidades del proyecto, sino que también incluye un asesoría técnica por parte del proveedor. Por ende, resulta más rentable a corto, mediano y largo plazo que el concreto tradicional elaborado en sitio.
Una de las principales ventajas que ofrece el concreto premezclado es la producción controlada. Lo que significa que la dosificación de los materiales se realiza de acuerdo a las exigencias de un determinado proyecto y del tipo de estructura a elaborar. Con base a esas características tenemos los siguientes:
Si bien este tipo de concreto puede emplearse en un amplio catálogo de proyectos estructurales, no demanda características especiales. Lo que significa que no es exigente con el transporte, manejo y colocación.
Por tal motivo se emplea en vigas y columnas de estructuras convencionales, así como en placas macizas y aligeradas, es decir en elementos estructurales poco profundos y sin requisitos particulares de colocación.
Concreto estructural
Se emplea con mayor frecuencia en zonas sísmicas. Por lo tanto, para su elaboración se deben utilizar materiales de alta calidad. Se trata de elementos que no solo garantizarán su durabilidad, sino también deben ajustarse a los reglamentos de construcción para esas áreas.
Así pues, este tipo de concreto premezclado es ideal para puentes, escuelas, hospitales, hoteles y edificaciones de peso.
Concreto lanzado
Se distingue por su alta velocidad de aplicación sobre una superficie, bien sea a través de una tubería o una manguera. Lo que permite que se compacte y adhiera con mayor facilidad a la superficie a tratar, indistintamente de la posición o altura de la estructura.
Por ello se emplea en revestimientos de túneles, muros de contención, en estructuras irregulares, curvos o torcidos. Así como en centrales hidroeléctricas, piscinas, canales, cunetas, pozos y para reparar, dar revestimiento o estabilizar estructuras.
Concreto fluido
Este tipo de material se elabora siguiendo criterios básicos de manejabilidad, así como de resistencia a la compresión. De modo que puede ser empleado en distintos tipos de construcciones. Además, su fluidez permite una mejor colocación y acabado.
Debido a que es de fácil de colocación se puede aplicar en espacios reducidos, de altura o de difícil acceso. Como por ejemplo en zanjas, terrenos o pendientes que necesiten mayor nivelación.
Concreto plástico
A diferencia de los anteriores, este tipo de concreto premezclado tiene una consistencia plástica, por lo cual se puede manipular fácilmente. De hecho, se emplea en elementos estructurales que no necesitan equipos espaciales ni tiempos específicos para su aplicación, como columnas, muro, losas y prefabricados.
Concreto para pavimentos
Estos son bastantes resistentes y se caracterizan por soportar esfuerzos a flexión, característico de las estructuras de pavimentos. Por ello, se utilizan en pistas de aeropuertos, zonas de estacionamiento, carreteras o vías con distintos niveles de carga y tráfico.
Concreto para pisos industriales
Este tipo de concreto premezclado se emplea principalmente en la construcción de losas y pisos. Dada su firmeza y facilidad de colocación se utiliza en centros comerciales, fábricas, bodegas y en áreas donde se instalen elementos muy pesados.
Antes de adquirir un servicio de concreto premezclado es importante considerar los siguientes puntos:
A diferencia del concreto elaborado en sitio, el concreto premezclado garantiza un mayor control de la obra. Todo ello bajo un riguroso control de calidad y conjunto de normativas de construcción que facilitan el trabajo del constructor.
Además, este tipo de materiales permite minimizar costos, acelerar la terminación de una obra e incluso aumentar la productividad del personal. Sin duda, es uno de los materiales de construcción más versátiles que podemos encontrar en este sector.