Escoger el suelo para nuestra terraza puede convertirse en una tarea tediosa y compleja. No cualquier material funciona, y no cualquiera se verá bien. Es por eso que nuestra recomendación son las terrazas de hormigón. Todos los factores hacen que sea la mejor opción, pero no es tan sencillo. Acompáñanos para conocer todo acerca de las terrazas de hormigón.
Normalmente hay muchas opciones en el mercado para instalar en un suelo de exterior. Esto hace las cosas más difíciles cuando queremos pavimentar nuestra terraza. Y es que es necesario tener en cuenta muchos factores.
Por ejemplo, ¿qué tal si llueve y el material que escogimos no es lo suficientemente impermeable? ¿O qué tal si el flujo de personas es tal, que el material no se dará abasto? O quizás simplemente no damos con el material adecuado desde el punto de vista estético.
Bueno, en cualquiera de estas situaciones, el hormigón es lo mejor. Por un lado, según qué acabado se le dé, puede llegar a ser muy impermeable. De hecho, es común encontrar hormigón en alrededores de piscinas.
Por otro lado, se trata de uno de los materiales más resistentes que se encuentran en el mercado. Casi no sufre desgaste con los años, inclusive, el poco desgaste ayudará a que tenga un mejor sellado y le dará un toque rústico. Miles de personas pueden caminar sobre una terraza de hormigón sin que represente un daño.
Asimismo, los elementos naturales no son un peligro para el hormigón. Entonces, ni el sol, ni la lluvia, ni el polvo, ni las heladas serán un problema si escoges este material.
Esto se debe principalmente a la composición del hormigón. Se utiliza cemento, arena y grava, mezcladas con agua para crear una mezcla uniforme. El resultado, cuando se endurece, es casi indestructible.
Por último, hay que destacar el factor estético. Con un aire rústico, pero a la vez elegante, el hormigón combina con cualquier otro material. Inclusive, es posible teñirlo con pigmentos minerales, si quieres darle algún color específico.
El precio por m2 para una terraza de hormigón puede variar bastante, dependiendo de ciertos factores. Por ejemplo, está la calidad del material, ya que obviamente hay algunos hormigones con un mejor rendimiento que otros.
También es muy importante la mano de obra. Nosotros insistimos en contratar personas profesionales, aunque tengas que gastar un poco más. Pero los resultados valdrán la pena.
Concretamente, puedes terminar pagando el m2 de hormigón por una suma entre los 20 y 70 euros. Puedes sacar un presupuesto en base a eso, ya que es muy poco probable que la cifra aumente.
Sin duda alguna, una terraza de hormigón es la mejor opción. Pero no se queda ahí, porque aunque no lo creas, hay diversos tipos de hormigón. Puede variar el acabado o el proceso de instalación, pero mejor veámoslos por separado para que te hagas una mejor idea.
Hormigón impreso
Lo que diferencia a este tipo de hormigón del resto, es el acabado final y la técnica para la instalación. Primero se aprovecha la superficie normal de hormigón y se trabaja sobre ella.
Con ayuda de moldes de neopreno, se imprime el hormigón todavía fresco con el diseño de la preferencia del cliente. Se puede imitar prácticamente cualquier otro material, siempre y cuando se tenga un molde apropiado.
Esto conlleva una ventaja muy grande, y es que no tienes que gastar excesivo dinero en materiales costosos como la madera. Puedes imitarla con el hormigón al igual que los adoquines, la piedra cruda, baldosas, terracota, etc. También es posible darle color para que el resultado sea aún más personalizado.
Un gran punto a favor del hormigón impreso en terrazas, es que puede ser antideslizante, dependiendo del acabado. Ten en cuenta que el agua puede hacer que sea peligroso caminar sobre el hormigón, pero un acabado apropiado eliminará el peligro.
Hormigón pulido
Ahora bien, si prefieres un acabado más elegante, entonces el hormigón pulido es para ti. Se trata de un acabado totalmente liso, brillante y sin juntas. Además, es muy resistente y combina con todo.
Claro, puede ser algo resbaloso, sobre todo si ha llovido. Pero si la terraza queda bajo techo, no tendrás ningún problema. También es importante resaltar que es increíblemente fácil de limpiar, ya que, al no tener surcos de ningún sitio, la suciedad no se acumula.
Entre las ventajas de este tipo de acabado, podemos mencionar que es muy económico y duradero. Se puede teñir de cualquier color, de forma que se integre al entorno.
Hormigón desactivado
Para aquellos que prefieran un acabado más rústico, el hormigón desactivado es perfecto. Se trata de un hormigón cuya superficie no se ha pulido ni impreso con ningún patrón. Es decir, es el hormigón en bruto.
Tiene la gran ventaja de que ahorra tiempo y dinero, además de que es estéticamente muy llamativo. Por otro lado, al tener una superficie rugosa, es antideslizante y presenta especial resistencia a los rayos del sol y la lluvia.
Hormigón fratasado
El hormigón fratasado, también conocido como hormigón rayado es una opción genial para cualquier terraza. Cuando todavía está fresco, se frota con una herramienta similar a un rastrillo. De esta forma, cuando se seca mantiene una textura rugosa, como si estuviera rayado.
Cabe destacar que es una de las texturas menos deslizantes de todas, por lo que es ideal para poner en alrededores a piscinas. Además, prácticamente no requiere mantenimiento alguno. Resiste climas extremos y aguanta el tráfico pesado de personas.
Hormigón drenante
Se trata de un acabado muy poroso y de baja densidad, perfecto para la canalización de agua. De hecho, su esqueleto es una red de micro canales que, al drenar el agua, evitan el encharcamiento.
Debido a su baja densidad, suele ser más barato, ya que se usa menos material por metro cuadrado. Además, se puede fabricar con áridos reciclados y también se puede teñir de cualquier color, lo que es una ventaja decorativa.
Si estás pensando en hacer una terraza de hormigón tú mismo, debemos advertirte: es necesario que tengas un mínimo de conocimientos de construcción, ya que no es un trabajo fácil y puede salir muy mal.
Comienza planificando qué harás, dónde y qué elementos habrá. Por ejemplo, si quieres poner sillas o jardinerías, ten en cuenta el espacio que ocuparán.
Cuando ya tengas el espacio delimitado, tendrás que alisar la zona, quitar los obstáculos o el césped, en caso de que los haya. Después, tendrás que hacer el encofrado con ayuda de tablas. Es importante que no se muevan, o perderán el sentido.
Una vez estés seguro de que el encofrado no se moverá ni filtrará el material, podrás incorporar la maya metálica. Utiliza toda la maya que sea necesaria, ya que proveerá al acabado final de resistencia a golpes y al paso del tiempo.
Ahora tendrás que verter el hormigón y esparcirlo de forma que esté distribuido uniformemente en toda la superficie. Antes de que se seque, usa una barra completamente recta para nivelarlo.
Cuando se haya secado, podrás pulirlo en caso de que quieras ese acabado. Sin embargo, si quieres que tu terraza de hormigón tenga otros acabados, como el impreso, tendrás que hacerlo mientras sigue fresco.