Si quieres remodelar el jardín de tu casa, debes ser muy cauteloso con los materiales que vas a emplear para construir el suelo del jardín. El jardín es un área de la vivienda que generalmente está en un ambiente natural, y por tal motivo está expuesto a los cambios del clima.
Es por ello que al momento de elegir los materiales debes tomar en cuenta que te ofrezcan, además de belleza, practicidad y resistencia a lo largo del tiempo, ya que así lograrás que este ambiente sea un lugar perfecto para la recreación y el compartir de la familia.
Lograr un buen jardín es posible, basta con saber utilizar y combinar los recursos que estén a tu alcance y que te brinden facilidades en su diseño, todo acorde a tus necesidades.
Para que tengas una idea más amplia a la hora de elegir la mejor opción de suelos de jardín, a continuación te comparto información general sobre este tema.
En comparación con el resto del entorno de los hogares, el jardín es un lugar adornado con un ambiente natural, rodeado de árboles o plantas ornamentales y que está expuesto a la humedad, al sol y a cambios de temperatura. Es por eso que el suelo debe tener características de resistencia y durabilidad a lo largo del tiempo.
Hoy en día existe una gama de materiales que te brindan alta resistencia y estética para el suelo del jardín, el cual es muy aprovechado para la construcción de terrazas, camineras e incluso para elaborar un área para la preparación de comida al grill.
El suelo para jardín debe estar revestido con materiales que garanticen óptimas condiciones, a pesar de estar expuesto a la humedad, el sol y a otros cambios en el clima; mientras que al mismo tiempo este suelo debe conjugar la belleza y armonía de ese ambiente natural.
Como te dije anteriormente, por estar ubicado en un área externa, el suelo de jardín debe cumplir ciertas características fundamentales, que al mismo tiempo combinen resistencia con belleza y practicidad.
Acá te menciono las características primordiales del suelo del jardín, las cuales deberás tener en cuenta a la hora de pensar en renovar este ambiente:
Los suelos para jardín son muy versátiles, ya que existen una gran cantidad de diseños y tipos que satisfacen los requerimientos de cada uno de los usuarios. En este sentido, es posible encontrar una amplia gama de pavimentos para jardín; sin embargo, los más utilizados son los siguientes:
Debido a su fácil fabricación y colocación, el hormigón es uno de los materiales más utilizados a la hora de llevar a cabo cualquier proyecto arquitectónico. Además, se trata de un material sumamente versátil, de cual existen distintos tipos que varían en su modo de aplicación. Uno de estos tipos es el hormigón impreso.
El hormigón impreso está formado por la mezcla convencional del hormigón (arena, grava, cemento y agua), pero se diferencia de esté en que se utilizan una serie de moldes y de aditivos para plasmar toda clase diseños sobre el pavimento que imiten materiales como la madera, la piedra, las baldosas, etc.
Realmente, se trata de un material que añade elegancia y belleza a cualquier estancia, además que es muy resistente y duradero, por lo que es ampliamente empleado para construir la superficie de jardines, terrazas y demás.
El ladrillo tiene un color y texturas únicas, por lo que en definitiva se trata de uno de los materiales más bellos que se pueden emplear para fabricar el suelo de cualquier jardín.
A parte de ser un material sumamente estético, el ladrillo también se caracteriza por tener una gran capacidad de carga. Esto quiere decir que este material puede soportar mucho peso, lo que lo hace ideal para construir suelos de jardín.
Sin embargo, cabe destacar que el ladrillo es un material que retiene mucha humedad, por lo que en ocasiones se recomienda recubrirlo con algún tipo de resina que le aporte impermeabilidad. En este sentido, se recomienda utilizar ladrillo para jardines pequeños, especialmente para aquellos que estén en casas de estilo vintage.
A diferencia del hormigón tradicional, la mezcla del hormigón desactivado está formada por piedras de distintos tamaños, arena, grava, cemento y agua.
Además, este tipo de hormigón es sometido a un proceso especial, el cual emplea un químico que permite que la piedra de la mezcla quede visible en la superficie una vez que el suelo haya fraguado. Por eso, este material se caracteriza por ser rugoso, impermeable y antideslizante, lo que lo vuelve ideal para construir el suelo de tu jardín.
Entre sus ventajas se encuentra su economía, además que es un material de fácil mantenimiento. Igualmente, cabe destacar que se trata de un material resistente y duradero, capaz de soportar cualquier tipo de intemperie a la que están expuestos los suelos de jardín (fuertes lluvias, radiación solar, humedades, etc.).
A la hora de construir un suelo para jardín, la piedra natural es uno de los materiales favoritos de muchos usuarios. Esto se debe a que se trata de un material ecológico, resistente, duradero y que brinda acabados únicos.
Las piedras naturales suelen provenir de canteras o minas y son sometidas a un proceso de corte y de pulido, para posteriormente ser instaladas en el suelo que se desee (sea suelo de jardín, terraza, camino de paso, etc.). Por ello, las piedras naturales provienen de la naturaleza misma.
Este tipo de suelos es mejor conocido por su versatilidad en cuanto a texturas, colores y diseños. Se trata de un suelo que aporta resistencia y durabilidad, a la vez que ofrece acabados de alta calidad.
La cerámica es un material de fácil mantenimiento, aunque por sí mismas suelen ser sensibles a las altas humedades. Es por ello que, generalmente, estas baldosas se recubren con algún tipo de resina que le aporta una mayor resistencia, la cual sirve como un escudo protector que permite cerrar los poros de las cerámicas, confiriéndole impermeabilidad y resistencia a este material.
Aunque usar este material supone muchas ventajas (variedad de diseños, resistencia, durabilidad, etc.), también es cierto que su instalación es un poco complicada. Por ello, se recomienda contratar a expertos en el área.
Si bien es cierto que el precio depende de una gran variedad de factores (como el proyecto a llevar a cabo, la zona geográfica, la mano de obra, el tipo de suelo a elegir, etc.), se puede estimar que los precios por metro cuadrado de suelo para jardín oscilan entre los 20 y los 70 euros.
El jardín es un espacio muy importante, donde puedes compartir momentos agradables con tus amigos y con tus seres queridos. Por ello, escoger un suelo de jardín que se ajuste a tus necesidades y gustos te ayudará a embellecer tu hogar hacia otro nivel.
A continuación, te indicamos 3 cuestiones que debes tener en cuenta a la hora de elegir el material del suelo para tu jardín.